
Por Víctor Fausto Silva D.
¡Qué curioso el caso de Morena! Cuando le empezaron a estallar las muy previsibles pugnas internas por el poder y los ya inocultables escándalos de corrupción, en vez de buscar adentro, arremeten contra la enclenque oposición y contra cualquiera que se las exhiba.
Hasta cierran filas y “arropan” a miembros de su cuestionada élite contra acusaciones surgidas ¡de su propio bando!, léase Adán Augusto López, embarrado hasta las orejas por la colusión de su ex secretario de seguridad con el crimen organizado en Tabasco.
Este domingo, los guindas realizaron su octavo Consejo Nacional, supuestamente para trazar el rumbo a seguir en las elecciones del 2027, y fuera de la anunciada expansión a través de miles de comités seccionales y una comisión que filtrará las solicitudes de nuevo ingreso (seguramente para frenar oleadas de chapulines indeseables), lo que más claro les quedó fue una regañada de su presidente Alfonso Durazo Montaño.
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Durazo: Barrió |
Hasta podría pensarse que el de Bavispe sólo fue el conducto de Claudia Sheinbaum tratando de poner orden, porque ya no halla la puerta entre tantos agarres y escándalos de su propia feligresía.
Como lo hizo aquí, Durazo invocó a la lealtad hacia “el proyecto” y a dejar de lado ambiciones personales y pugnas internas, para garantizar la permanencia de la transformación.
Puso especial énfasis en los conflictos “que pueden ser aprovechados por la oposición para generar crisis, así sea artificial”.
Tuvo una pincelada de autocrítica al señalar que “algunas de las tensiones que hoy están en el ambiente político derivan de iniciativas y reacciones de nuestros propios cuadros, y eso lo vivimos en todos los estados, y eso simple y sencillamente no puede ser”.
Sin embargo, le faltó precisar, como le consta en su estado, que esas “iniciativas y reacciones” – en la jerga callejera se les llama jodatizas- no están dándose sólo entre sus cuadros, sino también entre sus aliados, con el caso concreto del PT que aquí intentó hace días marcarle agenda y hasta le hizo un destapadero de candidatos.
De ahí agarró monte:
“Hay voces malintencionadas (que) apuestan también a la fractura de nuestro movimiento. Están tratando de aprovechar cualquier rendija que abra una diferencia interna, para convertirla en una crisis. A la hora de generar un conflicto, piensen siempre en las consecuencias y en todos aquellos que malsanamente van a aprovechar esa oportunidad para generarnos una crisis, así sea artificial”.
“Esas mismas voces -añadió- mediante su capacidad mediática nos fabrican infundios que al correr libremente por las redes se vuelven señalamientos socialmente irrefutables”.
¿Y qué querían o qué esperaban Durazo y los capitostes de Morena, de una oposición que si bien luce diezmada y carente de figuras de peso, aprovecha cualquier resquicio que se le deje?
¿Y qué esperan de mucha gente justamente decepcionada porque mientras predican que “no son iguales” terminan incurriendo en los mismos abusos y la misma prepotencia de los que se fueron?
En una parte de su discurso, Durazo desmintió también a los que acusan la reconstrucción de un sistema autoritario, cuando ellos mismos dan pie a que así se les vea.
¿No está la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, emperrada en perseguir y castigar periodistas? ¿No están brotando por doquier casos de vil atropello contra ciudadanos por parte de los que ahora detentan el poder, para colmo apalancados en tribunales a modo?
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Noroña: |
¿No fue autoritario y abusivo Gerardo Fernández Noroña, obligando a un ciudadano a pedirle disculpas? ¿Y no lo ha sido la diputada “Dato Protegido” embistiendo a una ciudadana sólo porque la criticó, llevándola a la aberrante resolución judicial de pedirle disculpas durante ¡30 días!?
Precisamente porque tienen como dogma que “no son iguales”, deberían ser los primeros en predicar con el ejemplo, para darle credibilidad a la propia presidenta cuando afirma que “el poder es humildad, no soberbia”, a propósito del exceso en que incurrió doña “Dato Protegido” contra otra mujer.
Y eso que es otra mujer, porque si hubiera sido un hombre, en un descuido habría pedido hasta pena de muerte, porque de ese tamaño es la soberbia y la prepotencia de que hacen gala.
Por supuesto que la oposición está en su papel de batear cuanta bola les pasen al pecho, pero también lo está la sociedad, que usa las redes sociales para desahogar la impotencia, cuando ve que en el discurso le ofrecen una cosa y en los hechos les dan gato por liebre.
Ahí están los 7 municipios del Rio Sonora, a los que les dicen que no necesitan otra subestación de la CFE porque hay energía suficiente, pero ellos siguen asándose en infames apagones diarios. Ahí están, esperando que se les consulte sobre lo conveniente o inconveniente de que se construyan dos presas en ese cauce, mientras en lo oscurito ya les están metiendo hasta la maquinaria.
Dijo Durazo que “en la actualidad se vive la etapa de mayor libertad” y que quienes expresan lo contrario “deben saber que no podrán dividirnos, que aquí estamos firmes, pero sobre todo unidos ante cualquier diferencia”.
Lamentablemente, el idílico y autoelogioso discurso choca con la terca realidad, cuando están brotando por todo el país casos que ilustran la soberbia, la prepotencia y la sordera de quienes se atragantan de poder.
Y todavía critican que la oposición o simples ciudadanos les suelten uno que otro escopetazo, cuando el guía moral de la transformación hizo de ese recurso su cuchillito de palo durante décadas, hasta que arrebató el poder, que ahora moldean a su gusto…para volver al viejo y repudiado sistema del autoritarismo.
Cuidado, pues, porque precisamente por eso cayeron sus antecesores…
¡Claro que no está solo!
No cabe duda, estimado lector, que los moneros de periódicos son geniales.
Con unos cuantos trazos y poco texto, son capaces de emitir verdaderos editoriales, muchos de ellos demoledores.
Para que lo constate, acá les dejamos el cartón publicado este lunes por La Jornada, con mucho mayor peso precisamente por aparecer ahí, en un periódico desde siempre identificado con las causas de la izquierda.
Obviamente, su origen vino de los gritos de ¡no estás solo, no estás solo! con los cuales arroparon en el Consejo de Morena a Adán Augusto López, metido ahora en un brete porque su ex secretario de seguridad en Tabasco salió malandro “pesado”.
Lo curioso es que, contra lo que sostiene Durazo de que la oposición ataca sin fundamentos, aquí fue el gobernador morenista Javier May Rodríguez el que destapó la cloaca de los nexos con la delincuencia organizada, un caso al que ya le cuadraron símil con el de Genaro García Luna y Felipe Calderón.
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Ramiro López |
Y ni para dónde hacerse, porque el Secretario de Gobierno de aquel estado, José Ramiro López Obrador (¿le suenan los apellidos, estimado lector?), dijo con todas sus letras que “ya está saliendo toda la pudrición”. Pues ¡tómala! ¿Por qué no lo desmienten desde Morena? ¿Les pesarán los apellidos?
Ahora, quienes buscan arropar a Adán Augusto argumentan que “sólo hay dichos, no pruebas” de que estuviera al tanto de los sucios negocios de su subalterno y –muy escrupulosos ellos- hasta piden esperar a que concluyan las investigaciones, antes de embarrar al senador.
Lo que no dicen es que el bumerang les pegó en la frente: cuando cayó García Luna por “dichos” de narcotraficantes y aun sin sentencia en Estados Unidos, López Obrador y ahora Claudia Sheinbaum hicieron cera y pabilo de él, obviamente etiquetando también a Calderón en el contubernio.
Ahora que se les voltea el chirrión por el palito, cabría una pregunta cándida: ¿Calderón sí sabía de los enjuagues de García Luna, pero Adán Augusto ni siquiera se las olía, a pesar de que documentos de la Sedena ubicaban al hoy prófugo como cabecilla de “La Barredora”?
Pobrecito Adán Augusto, tan verde él: ¡cuánta falta de malicia!
Lo peor para él es que el gobernador tabasqueño y el hermano de Ya Saben Quién, han dicho que no habrá impunidad y llegarán “hasta donde tope”.
Así que el grito de “¡no estás solo!” seguirá resonando, mientras buscan cómo estirar la cobija de la impunidad para tapar lo indefendible…
Como dijo un avispado lector: ¡claro que no está solo!; algunitos andan nadando en el mismo pantano de podredumbre…
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