CARRUSEL: · Reclamo cetemista exhibe al IMSS en terapia intensiva


Por Víctor Fausto Silva D.


Vino a Navojoa el dirigente estatal de la CTM, Javier Villarreal, y puso el dedo en la llaga sobre la problemática que siguen enfrentando los trabajadores con el IMSS: ya se cansaron de que les den largas con promesas y obras de cartón, porque nada ganan si les inauguran hospitales con las mismas carencias de siempre.

Villarreal se refirió específicamente al Hospital próximo a inaugurarse en Navojoa –de por sí anunciado desde hace añales-, una apertura que ha venido posponiéndose desde septiembre del año pasado, sin que el titular del IMSS, Zoe Robledo, cumpla su palabra.

Villarreal: El dedo
en la llaga


Eso sí: según las cuentas alegres del IMSS, el nuevo nosocomio contará con mil 297 trabajadores, incluyendo 225 médicos especialistas de 29 diferentes áreas. Una chulada, pues, pero con toda la razón del mundo, los trabajadores desconfían de que se les cumpla a cabalidad, empezando porque en el actual hospital siguen enfrentándose a las mismas carencias de siempre.

“No queremos que arranque a medias. Queremos un hospital funcional al 100%, con médicos, especialistas, equipos y medicamentos desde el primer día”, dijo Villarreal, pues si bien la obra física presenta avances significativos, no se ve claridad en cuanto a la contratación de personal médico y el equipamiento necesario.

Eso, añade, genera incertidumbre entre los afiliados

El líder sindical aseguró que si bien la obra física presenta avances significativos, no se ve claridad sobre la contratación del personal médico y el equipamiento. “Y si de esos 225 médicos empiezan con 180, lo vamos a denunciar y exigir el resto; no vamos a permitir que inicie sin estar completo”, advirtió.

Además, indicó, la falta de contratos, los bajos salarios y prestaciones inciertas son también parte del problema que deberán atender las autoridades del IMSS, porque con condiciones así, es poco atractivo para los médicos ingresar a la institución, especialmente para los especialistas, que prefieren ejercer por su cuenta o contratarse en instituciones privadas.

En reunión con dirigentes sindicales del Mayo, Villarreal Gámez aclaró que no se trata de atacar a una institución cuya nobleza de fines nunca ha estado en duda, pero sí de exigir a quienes lo dirigen que asuman con seriedad y responsabilidad los compromisos pactados.

En esa tarea, reconoció que el gobernador Alfonso Durazo se ha mantenido al pendiente e insistiendo como gestor permanente para que las demandas de los trabajadores sean satisfechas, pero no se ve la misma voluntad en el titular del IMSS.

Zoe Robledo:
Una desgracia


Como muestra de esa falta de seriedad, recordó que la promesa original de Zoe Robledo era poner en marcha el hospital en septiembre de 2024, pero el compromiso se ha venido postergando “sin certeza real de una fecha definitiva”.

Y ni siquiera tienen ahora el pretexto que les falten recursos, porque como lo señaló Villarreal, “con el aumento del salario mínimo han tenido ingresos históricos, sobre todo en la frontera, pero también en todo el país”.

No hay manera, pues, de que el señor Robledo escurra el bulto ante una situación que, para usar léxico a tono, ya luce en terapia intensiva, de sobra ilustrada en el hecho de que durante todo el 2024, ¡no hubo cardiólogo en todo el año!

El resto de lo denunciado entre los derechohabientes del Mayo bien puede aplicarse como diagnóstico generalizado: faltan medicamentos, especialistas, ultrasonidos, equipos de diagnóstico, e incluso servicios básicos como tomografías o resonancias.

Arturo Enríquez Escobar, Secretario de Seguridad Social del Sindicato de Celulosa y Corrugados de Sonora, complementó el lamentable cuadro de abandono:

El servicio de rayos X estuvo inactivo ¡durante un año completo! debido a la descomposición del equipo, y si bien les vale, los trabajadores reciben sólo dos de cada 5 fármacos que les recetan…¡ah, pero eso sí!, el IMSS les descuenta religiosamente las cuotas de su sueldo.

Lo paradójico –esto va de nuestra cosecha- es que desde tiempos de López Obrador, acusó a sus antecesores de que desmantelaron el sistema de salud con la intención de privatizarlo, cuando ahora obligan a millones de enfermos a recurrir al Doctor Simi o con médicos y farmacias particulares, porque el gobierno nomás no da pie con bola en cuanto a la atención y el abasto de medicamentos.

¿Quién privatizó más, entonces? ¿Quién está enriqueciendo más a los particulares, si en los hospitales de gobierno no tienen ni siquiera Rayos X?

Durazo: Tendrá que
empujar arriba


Y luego salen con que la pensión del Bienestar es una maravilla para ayudar a las personas mayores, siendo que así como la reciben, tienen que gastarla comprando medicamentos, porque si los esperan del sector salud, hasta corren el riesgo de colgar los tenis.

Apenas hace bien la CTM en levantar la voz, porque está visto que al sordo hay que gritarle, pero también lo es que el gobernador Durazo tendrá que emplearse más a fondo o incluso más arriba de Zoe Robledo, porque ya suena a burla que prometa hospitales y soluciones que no pasan del papel.

Obviamente, Javier Villarreal habla del IMSS porque ahí es donde cotizan los trabajadores formales y merecen la debida retribución en servicios por sus cuotas, pero la cruda realidad también golpea a hospitales como el de Especialidades de Hermosillo, donde los médicos siguen quejándose de falta de insumos, y los pacientes de medicamentos.

Los programas,
de cartón


Hace unos días, el gobierno federal lanzó con bombo y platillo el programa “Salud casa por casa” que garantizará atención domiciliaria sobre todo a los adultos mayores…y apenas empezaba cuando estallaron protestas en Hermosillo, porque las enfermeras se quejaron ¡de que no le estaban pagando!

Y ooootra vez, como en ocasiones anteriores, tuvo que entrarle al quite el gobernador Durazo con recursos estatales, porque según se ve, los federales le llegan con gotero.

¿Pues de qué se trata? ¿De engatusar a la gente con programas de cartón y servicios de oropel, que a las primeras de cambio enseñan lo chafa y la negligencia, o de plano la ineptitud de quienes los arman?

Lo peor es que se los venden a la presidenta Sheinbaum y ésta se los compra como si fueran una genialidad, cuando en los hechos, la gente los padece como lo que realmente son: una burla.

Y eso que ahora, como bien dice Villarreal, el IMSS recibe ingresos históricos por los aumentos al salario.

¿Qué tal si no?

Si por sus hechos los conoceréis, entonces Zoe Robledo es una verdadera desgracia para el IMSS.

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